Mantener los logros de Cuba en la salud pública, con eficiencia y racionalidad
Mantener los avances de Cuba en la salud pública que la sitúan junto a países desarrollados, es una premisa del proceso de actualización del modelo socialista que tiene lugar en la isla y en el que participa activamente toda la población.
Es esencial por tanto, evitar el derroche de recursos pues cada instrumento, equipo o técnica de salud se traduce en cuantiosas divisas que debe erogar el país.
Por demás, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace casi medio siglo encarece aún más para la Mayor de las Antillas la adquisición de instrumental médico, fármacos o de las materias primas para su elaboración.
Es necesario tomar conciencia de los considerables gastos en este sector y del esfuerzo que realiza el gobierno para mantener la calidad de la atención médica que gratuitamente recibe cada cubano.
Por eso, es urgente desterrar el uso irracional de los medios diagnósticos de alta tecnología y de exámenes innecesarios de laboratorio, algo que se puede eliminar con un buen examen clínico.
Y debemos tener en cuenta que el estado invierte 195 pesos cubanos por cada examen de Rayos X que se realiza a un paciente, mientras que la erogación por una intervención quirúrgica de cataratas asciende a 1 600 y la de miopía a más de 2000.
Para los transplantes el esfuerzo que realizan las autoridades cubanas es inconmensurable, pues uno de médula ósea asciende a más de 96 000 pesos cubanos y el de corazón a 163 000.
A todos esos exámenes y operaciones accede cualquier paciente cubano que lo necesite y su ingreso y atención en un centro de salud por el tiempo que sea necesario no le cuesta nada, todo es totalmente gratis, lo garantiza el estado.
Para mantener estas gratuidades y logros en el sector que han posibilitado entre otros índices, que la mortalidad infantil sea de cuatro coma 5 por cada 1000 nacidos vivos, es necesario que todos comprendan la importancia de la eficiencia y racionalidad en el sector.
En ello se inscribe, como señalara el primer vicepresidente cubano José Ramón Machado Ventura, la necesidad de contar con la cantidad apropiada de personal que se requiere en cada lugar, y que los elementos del sistema de salud como los consultorios del médico de familia, el policlínico y el hospital cumplan cada cual la función a la que están destinados.
Ahorrar y hacer más con menos gastos es un imperativo de estos tiempos para mantener el alto nivel del sistema de salud cubano, reconocido en el mundo, pero que indiscutiblemente, hay que perfeccionar y adecuar a las exigencias del momento.
Fuente:Radio Habana Cuba
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